Este dibujo realizado en la madrugada de ayer me recuerda una anécdota de la infancia.
En una de las primeras tareas del año (supongo que de diagnóstico) mi maestra de primer grado, la señorita Alcira, nos pidió que dibujásemos los contornos de nuestras manos.
Esto implicaba que el contorno de la mano derecha, tenías que hacerlo usando la mano izquierda. Yo me puse muy nerviosa, no sabía usar el lápiz con la izquierda muy bien. Estaba segura de que si usaba esa mano iba a salirme mal el contorno.
Entonces intenté engañarla. En el lugar donde debía ir la mano derecha dibujada por la izquierda, volví a hacer el contorno de la izquierda. Y para que no se notara, le adelgacé el dedo gordo y le engordé el dedo chiquito. Qué brillante!
Fue el primer y único mal! de todo primer grado.
Sí, en color rojo.