27/7/11

131 Tres cantantes


El otro día fui a ver/escuchar tres cantantes en escena.
Nunca sé muy bien qué hacer cuando la gente canta. Mis oídos sólo tienen que estar ahí, disponibles, pero me cuesta darles tareas a mis ojos, el resto de mi cara, mis brazos, mis piernas, etc. Entonces a veces me busco actividades como para entretener todas estas otras partes de mi cuerpo mientras escucho. (Quedarse quietas no es una opción.)
Para esto, dibujar está buenísimo. Recomiendo altamente andar con lápiz y papel por el mundo ya que nunca se sabe cuándo puede surgir una emergencia como ésta.
Yo justo tenía en la cartera una hoja A4 que del otro lado tiene una receta que encontré en internet y una de esas biromes de gel con punta bolita, que son bien amables para hacer líneas sin hacer fuerza.
De paso me quedó este registro del momento musical.

24/7/11

130 Eric Enfermero

¡Mi héroe al rescate!
Con un vaso de seven-up batida en una mano y un bol de arroz en la otra.
Con el termómetro incorporado, porque ya con mirarte la cara sabe si tenés fiebre.
Siempre listo para acomodar almohadas, abrir o cerrar ventanas, rallar manzana y hacer té de manzanilla.
Dispositivo anticalambres automático.
¡Para tenerlo en la mesita de luz!

22/7/11

129 Mamá Noel

A mi mamá le gusta mucho la navidad.
Este año, juntando mi deseo de hacer una navidad invernal y su cumpleaños, le hicimos un cumple temático navideño, con decoración a todo trapo, pan dulce y hasta un pavo de 12 kilos.
La pasamos genial.
Y no hubiera sido navidad sin que todos y cada uno de los invitados recibiera su regalo. Así que para el momento del brindis, se puso su gorro colorado y salió a repartir.
Este es mi retrato de ese momento, con lluvia de cascabeles y todo.
¡¡Feliz cumple má, y feliz feliz navidad!!!

3/7/11

128 Esquiva Felicidad


Casi las tres de la mañana.
Pienso en Buda.

Pienso en el loto.
Con sus raíces en el barro.
En el fondo oscuro del agua.
Y su flor flotando arriba.
En la superficie cristalina.
Tomando el sol.

Sin el barro no hay flor.

Pienso en agarrarme, elevarme y sostenerme por encima de la autocompasión y la queja.