Dibujar lo que es cotidiano para uno es un ejercicio interesante. Imágenes que son constantes en la mente de pronto de ven obligadas a trasponerse al papel y vulven a ser miradas desde un nuevo ángulo.
Ésta es una escena que en el Museo describimos todos los días.
A fines del siglo XIX, después de las grandes epidemias y en ausencia de antibióticos, la prevención de las enfermedades físicas, intelectuales y "morales" ocupó un lugar importante en la vida escolar. En las escuelas públicas más importantes de cada distrito, había consutorios médicos y dentales.
Acá se lo ve al doctor con el bajalenguas en la mano, a la enfermera anotando todos los detalles en la ficha médica y a la pobre alumna bancándose el asunto.
1 comentario:
tu versión de la "sanidad escolar" es muy amable y tierna. me gusta!
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