Buscando un taxi luego de la larga noche de los museos, me caí en la calle.
Una de mis típicas torcidas de tobillo derecho, caída sobre la rodilla izquierda, que hace meses que no ocurrían.
Me queda de recuerdo por un par de semanas una bella frutilla, la cual será regada con Dr. Selby hasta su desaparición.
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